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"Nada podemos esperar sino de nosotros mismos"   SURda

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02-11-2023

 

 

El balotaje del 19/11 y la izquierda

 

SURda

Opinión

Notas

Argentina

 

Rolando Astarita

 

Lectores del blog me preguntan qué pienso de la posición que debería adoptar la izquierda frente al balotaje del próximo 19 de noviembre. En lo que sigue presento una respuesta tentativa.

Antes de entrar en el tema preciso que en lo que sigue me refiero exclusivamente a la izquierda que no integra Unión por la Patria (UxP). El PC, el PCR (CCC), la izquierda peronista, con las excusas y matices que se quiera, participan orgánicamente en el oficialismo.

Balotaje y fascismo

Es claro que en caso de que se enfrenten en balotaje un candidato de la democracia burguesa y un fascista, la izquierda debe votar al primero, sin por ello apoyar su programa, discurso y estrategia. No da igual que gane las elecciones un fascista, que un demócrata liberal, aunque ambos sean igualmente capitalistas. Por eso, históricamente, el socialismo nunca llamó a votar en blanco frente al fascismo; por ejemplo, Trotsky no llamó al voto en blanco cuando el Frente Popular se enfrentó con las derechas en las elecciones españolas de 1936.

El problema, sin embargo, se presenta más complejo cuando se trata de candidatos u organizaciones que no son fascistas, pero sí de ultraderecha, como lo son Milei y LLA. En estos casos, un razonamiento posible reza: “Milei y LLA no son fascistas, caracterizarlos como tales es una maniobra del peronismo, en consecuencia da lo mismo que ganen Milei-LLA o Massa-UxP”. Es lo que dice Política Obrera: “En Argentina no hay un movimiento fascista, ni los focus group de Milei avalan ese programa. Fue construido en gran parte por el oficialismo para neutralizar a JxC. Ahora es la excusa para votar al candidato de un gobierno hambreador, como es Massa. La derecha no está a la ofensiva sino en recule, buscando reagrupar sus restos fósiles para no morir antes del balotaje. El voto por Massa no tiene justificación alguna…” (Conferencia de prensa de Política Obrera ante el balotaje). Por lo tanto, voto en blanco sin más vueltas.

Un razonamiento parecido tiene el Partido Obrero. Aunque reconoce que Milei no es igual a Massa, “ sus rasgos fascistizantes no alcanzan para constituir un movimiento fascista real , capaz de realizar una movilización reaccionaria de parte de la población contra los trabajadores que luchan y sus organizaciones. Su planteo [de Milei] de alteración del régimen político en favor de una ‘democracia de infantería', basada en el rescate de la dictadura para dotar de otro rol a las fuerzas armadas y de seguridad, es un propósito, un objetivo que necesitaría reunir capital político” (Solano en Prensa Obrera ). El balotaje “aparece como una trampa para el pueblo trabajador”. Aunque de todas formas se anuncia que el PO, “que no apoya políticamente a ninguno de los candidatos, debatirá en una próxima conferencia su posición frente al balotaje”.

No será fascismo, pero es la ultraderecha

Acordamos en que lo de Milei y LLA no es fascismo . Hemos discutido este tema en notas anteriores ( aquí ) y hasta ahora no hay elementos como para cambiar esa caracterización. Más aún, la clase capitalista parece adoptar la táctica de rodear, encauzar y neutralizar a la LLA. El proyecto del “establishment” no pasa hoy por instalar un régimen fascista.

Sin embargo, el hecho de que Milei y la LLA no sean fascismo no debería llevar a minusvalorar el peligro que representan. . Repasemos: Milei y su equipo, entre otras cosas, apoyan a Vox (España) y a Bolsonaro (Brasil); dicen que el cambio climático es un invento del comunismo; defienden o hacen apología de la dictadura de 1976-83; proponen eliminar la ESI y reemplazarla por pornografía; cerrar el Conicet; llaman a eliminar a los zurdos “porque son excremento”; quieren suprimir el derecho al aborto; brutalizar a la población con medidas como el comercio libre de órganos; proponen la renuncia a la paternidad; eliminar toda protección social de los trabajadores y los desempleados; y pulverizar los salarios y las jubilaciones vía una gigantesca devaluación y un estallido hiperinflacionario. Y no se trata solo de las medidas que puedan imponer en caso de llegar al gobierno, sino de algo más profundo: buscan generar un clima social de intenso macartismo y ataque a libertades democráticas . Esto en un contexto de avance ideológico y político de la derecha (¿de dónde saca PO que la derecha “está en recule”?).   

Precisemos por otra parte que la caracterización de la LLA como una corriente de ultraderecha, distinta de las expresiones corrientes de la democracia burguesa, es necesaria en tanto dirigentes del progresismo nacionalista, o formados en el stalinismo, han abusado, a lo largo de años, de los calificativos “fascistas”, “golpistas” y similares (aplicados a un Macri, un Morales, una Carrió, etcétera) para pedir al pueblo el apoyo al kirchnerismo o al peronismo. Pero ese no es el caso de LLA.

LLA en los análisis de la izquierda

En la mayoría de las organizaciones de izquierda parece haber conciencia de que Massa-UxP no son iguales a Miliei-LLA. Por ejemplo, el PTS reconoce que millones de trabajadores eligieron a Massa “ para impedir que avance el nefasto proyecto político, económico y cultural de Milei ”. Luego: “solo el enorme temor al triunfo de Milei explica… el voto a Massa… comprendemos esta actitud pero no la compartimos” ( Izquierda Diario ). De ahí un discurso con diferencias de acento: “llamamos a no votar a Milei” y “no damos apoyo político ni electoral a Massa (apoyado por la mayoría de los agrupamientos y sectores de la clase explotadora)”. 

El MST también registra que en la elección del 22 de octubre “entró en escena la necesidad de una franja de la población de frenar a Milei, tomaron a Massa como el candidato con más posibilidades de ganarle y ahí pusieron su voto. (…) Es un voto concreto, una especie de barrera contra el negacionismo ultraderechista ”. Asimismo establece una diferencia de acento en su propuesta: a) “de ninguna manera vamos a votar por Milei, nuestro NO a este ultraderechista es contundente”; b) “no tenemos compromiso político ni acuerdo” con el proyecto de Massa. El MST concluye que “a partir de estas consideraciones debatiremos y definiremos nuestra posición ante el balotaje. Convocando a hacer lo que creamos sea mejor para la clase trabajadora y la juventud”.

Por su parte el Nuevo MAS dice: “Las y los trabajadores apelaron al voto a Massa contra Milei . No es un voto en apoyo al candidato de UxP y a su ajuste, sino un voto contra el ataque a las conquistas sociales y democráticas que significa el candidato de extrema derecha”. El NM saluda ese voto por ser “construido desde la clase trabajadora y no los aparatos”. Llama a no votar a Millei, no da apoyo político a Massa, y aconseja que, “salvo Milei los votantes elijan libremente su opción”. Dejo de lado la afirmación de que el voto por Massa ha sido “construido desde la clase trabajadora y no los aparatos” (¿los trabajadores “construyeron” el programa y la orientación de Massa?), para señalar, una vez más, la idea de que el voto a Massa no tiene el mismo contenido que el voto a Milei .

Voto en blanco o abstención

De lo anterior no se debería deducir que la izquierda deba pronunciarse necesariamente por votar a UxP para frenar a Milei. Es que si bien el voto a Massa va en contra de Milei, fortalece electoralmente un programa acentuadamente de derecha . Teniendo presente, además, que el propio Massa en su momento contribuyó a fortalecer organizativamente a Milei (con la intención de debilitar a JxC).

No existe por lo tanto una decisión que no implique pérdidas para la izquierda, los activistas sociales y la clase trabajadora . El temor al ascenso de Milei tiene bases reales; incluso sabemos positivamente de casos de votantes del FIT-U que votarán a Massa no porque acuerden con él, sino por temor a un triunfo de LLA. El problema de fondo que subyace a esta situación en que se encuentra la izquierda es una correlación de fuerzas políticas y sociales muy desfavorable para la clase obrera (el exitismo triunfalista de algunas organizaciones de izquierda es tan asombroso como carente de sustento).

 En consecuencia, el voto en blanco, que defendemos, es para intentar abrir espacios en defensa de la independencia de clase . De manera que la táctica electoral debería ser acompañada de una crítica que apunte a la raíz social de los males que padecen las masas trabajadoras. Siendo explícitos, además, sobre el contenido y significado de LLA y Milei. La crítica científica, marxista, es central en esta tarea. En particular, la defensa de la independencia de clase debe sustentarse en una perspectiva crítica del nacionalismo y del estatismo burgués y pequeñoburgués.  

Fuente: https://rolandoastarita.blog/category/general/

 


 
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